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El Retráctil de cable de acero modelo RETA-720 es un sistema de protección personal contra caídas, diseñado para ser utilizado en trabajos en altura, como estaciones de carga, puentes grúas, almacenes, fábricas, hangares, entre otros. Este dispositivo cuenta con una línea de vida retráctil en cable galvanizado, con una longitud máxima de 20 metros, lo que permite al trabajador moverse de forma segura mientras está sujeto a un punto de anclaje. El sistema incluye un freno calibrado que detiene el desenrollo del cable en caso de caída, garantizando que la detención se realice de manera eficiente y segura.
En caso de caída, su avanzado sistema interno de bloqueo se activa de inmediato, deteniendo el desenrollo del cable y accionando un freno calibrado para asegurar la detención de la caída en condiciones óptimas. Diseñado para garantizar una respuesta rápida y eficiente, este dispositivo detiene la caída en menos de 0,40 metros, con un impacto dinámico inferior a 600 daN.
Además, requiere un espacio despejado mínimo de 1,80 metros bajo los pies del usuario, lo que lo convierte en una solución confiable para trabajos en altura, asegurando la protección máxima en todo momento.
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El RETA-720 es ideal para trabajar en lugares de difícil acceso o donde la protección contra caídas es esencial. Es adecuado para tareas en estaciones de carga, vías de rodadura de puentes grúas, almacenes, fábricas, hangares, y otros entornos industriales. Su sistema retráctil proporciona una movilidad segura al permitir que el cable se enrolle automáticamente, ofreciendo libertad de movimiento mientras mantiene al trabajador protegido.
El RETA-720 cumple con la norma EN 360:2002 y está certificado bajo el organismo SGS Reino Unido Limited. También cumple con las normativas correspondientes de EU Type-examination Certificate GB19/962665.
El fabricante no tiene control sobre el ambiente de trabajo ni la idoneidad del uso del producto, por lo que una persona competente debe capacitar al usuario antes de usar cualquier equipo conforme a la norma. Además, se recomienda realizar inspecciones periódicas del sistema, al menos dos veces al año.